“Bendito sea el día, y el mes, y el año, y la
estación, y el tiempo, y la hora, y el punto, y el encantador pueblo, y el
sitio en el cual tus hermosos ojos me encadenaron.Y bendita la dulce agonía de
entregarme a ese amor, y el arco y las saetas que me alcanzaron, y las llagas
que llegaron a lo más profundo de mi corazón.
Benditas sean las palabras que esparcí cantando el nombre de mi amada, y los suspiros, y las lágrimas y el deseo.”
Benditas sean las palabras que esparcí cantando el nombre de mi amada, y los suspiros, y las lágrimas y el deseo.”
Indias Blancas: La Vuelta del Ranquel.
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